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Reinventar tu carrera profesional a los 50

Quedarse sin trabajo a los 50 años, no es el fin. Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y con altos niveles de preparación pero, tú, tienes mucho que aportar. A continuación, vamos a mostrarte que el talento y la experiencia que acumulas, son elementos claves en esta nueva etapa de tu carrera profesional. El mercado siempre presenta vacantes, con multitud de perfiles profesionales, que necesitan ser cubiertas. Hay que ponerse manos a la obra, ya que, buscar trabajo es un trabajo en sí mismo.

Una situación de desempleo te ofrece una oportunidad única para detener la maquinaria, pararte a pensar y establecer planteamientos y estrategias para relanzar tu carrera profesional. La actitud positiva es fundamental, hay que poner en valor todo lo que sabes y dar relevancia al grado de especialización que has conseguido alcanzar con el transcurso de los años y activar tu red de contactos.

Aprovecha tu trayectoria profesional

Lo primero que debes hacer es un ejercicio de introspección, autoanalizarte, mirar hacia atrás y darte cuenta de cuáles son tus principales virtudes, cuáles son tus logros fundamentales y qué dominas de todo lo que has hecho durante los últimos años, es decir, cuáles son tus fortalezas.

¿Verdad que hay cosas positivas? Seguro que manejas de manera más que eficiente elementos como la planificación, el trabajo en equipo o la escucha activa, por no hablar de tus habilidades comunicativas o de saber gestionar la presión del día a día. Todos estos factores te los ha proporcionado tu experiencia. Haz una buena selección de todo lo bueno que puedes aportar para incluirlo en tu currículum, carta de presentación o red social profesional.

Hay que seguir dando pasos adelante porque, evidentemente, nuestro perfil profesional siempre puede ser retocado o mejorado. Aquí, es donde entra en juego la formación.

Formarse a los 50

Cuentas con formación y con experiencia. Así que, llegado este momento te surgirán dos preguntas importantes… ¿Debo seguir formándome? y, ¿en qué campo?. Debes centrarte en cómo actualizar tu perfil profesional y en cuáles son las tendencias que hay en el mercado laboral. Puedes optar por realizar una formación que te permita redondear tu currículum, añadiendo a tu experiencia nuevos conocimientos sobre áreas relacionadas con tus desempeños anteriores. Por ejemplo, eres una persona experta en ventas pero te faltan conocimientos de marketing. También, puedes optar por formarte en áreas desconocidas para ti pero que están en pleno auge (inteligencia artificial o robótica). Si eliges la primera opción, vas a poder presentar candidaturas más sólidas. En el segundo caso, se trata una apuesta por reorientar tu carrera profesional.

Contactos y networking

Ten en cuenta que si llevas muchos años en una empresa, la forma de buscar trabajo ha variado de manera ostensible. No se trata de enviar currículums masivamente a empresas, eso ya no se estila. Tienes que plantearte, en primer lugar, cuál es tu red de contactos. El término concreto es networking y varios estudios avalan que la mayoría de los empleos (más del 80%) se obtienen gracias a los contactos.

Si no tienes un perfil creado en LinkedIn, estás tardando en crearte uno. La cosa no queda ahí, tiene que estar adecuadamente actualizado y debes crearte una red de contactos y ampliarla progresivamente. Por otra parte, es conveniente que generes y compartas contenidos interesantes y que establezcas relaciones para que haya un flujo de ida y vuelta con los miembros de la red, de tal manera que la gente empiece a seguirte y a tenerte en consideración.

Currículum vitae

¿Tienes tu currículum bien estructurado y contiene información realmente relevante? Hay que tener claro que la respuesta a una oferta de trabajo tiene que concentrar información esencial y correctamente estructurada. Lo más importante en tu currículum es que debes sintetizar tu trayectoria profesional destacando los logros y éxitos de tu carrera en el ámbito laboral. No es aconsejable pasar de una página, en casos excepcionales podrás llegar a dos. A continuación, debes plasmar tu formación académica y complementaria para dejar listo el perfil, estamos hablando de idiomas, herramientas informáticas, etc. Para finalizar, valora que tu CV tiene que tener un aspecto ordenado, limpio, profesional y con un estilo definido. Una buena fotografía también ayuda.

¿Por qué no emprender?

En última instancia, siempre puedes destinar tu tiempo y dinero a ser tu propio jefe o jefa, en solitario o en compañía. Tendrás que lidiar con un banco, podrás asociarte con alguien que comparta trayectoria contigo o que tenga capital para poner el proyecto en marcha. También puedes buscar ayuda al emprendimientoSeguro que has aprendido mucho en estos años. Para emprender, ya sólo te queda añadir una habilidad a tu perfil: ser valiente. 

Autor: Paco Arteaga.